Diez y ocho minutos. Diez y ocho minutos de intranquilidad. Diez ocho minutos de presión. Diez y ocho minutos de temor. ¿temor por quien? Por ella. Por esa hermosa chica de ojos cafés llenos de miedo. Por esa hermosa chica de manos pequeñas que mientras corre el tiempo, mas tiemblan. Por esa hermosa chica que se agarra a mi como si yo fuera la ultima persona en existencia. Por... Esa hermosa chica que tiene un gran reloj de pared pegado a su pecho. Por esa hermosa chica que, lamentablemente, no tiene un reloj adherido a sí. Lamentablemente, es una bomba. ...Una bomba que yo debo desactivar.