Mantras Negras

Aún me quedan sentimientos, oh, claro que me quedan. Si hubiera perdido mi habilidad para sentir, no me arreglaría el rímel corrido por la calle buscando mi reflejo en la pantalla apagada de mi celular, si no fuera capaz de sentir cosas como orgullo o vergüenza, iría por la vida en el mismo pijama que me compré a los trece años, ese que se ha convertido en una camisa vieja con un mal estampado.

Si no fuera un poco presumida, no me pondría las mejores bragas para la noche ni las peores para el día. Si no supiera controlar mis sentimientos no podría ser tan perra como lo soy ahora, pero oye, los tengo, o al menos hasta la otra noche, los tenía.

Pero no me preguntes si siento culpa después de abandonarte en la madrugada.

Yo soy de abrazar la noche, y de noche, todas las gatas son negras.

Al menos, ese es mi mantra.

Roxanne conoce la oscuridad, oh, claro que la conoce. Pero cuando has crecido solo, aprendes a valerte de ti mismo y a apartar los miedos hacia la oscuridad, el cómo lo haces es tu decisión, y Roxanne encontró su escondite del mundo... En dos brazos firmes y una noche estrellada.