Víctor y Yuuri son dos agentes acostumbrados a trabajar en solitario y que repentinamente son asignados a un mismo equipo. Ninguno está acostumbrado y para completar, está ese asunto del discurso de graduación que ambos tenían que trabajar. Claro que eso es solo una tontería cuando se trata de mantener la reputación de ser el mejor agente. Por eso, si es necesario, dejarán el pellejo y el orgullo para convertirse en el mejor equipo. No importa que uno sea un alfa y el otro un omega, eso es cosa del pasado... hasta que un fallo se activa en el implante de Víctor, permitiendo que los instintos dormidos por décadas, despierten. Los personajes de Yuri on Ice no me pertenecen.