El universo debía estar bromeando con todo el asunto de las almas gemelas. ¿Cómo era posible que en un mundo tan basto hubiera tan solo una persona destinada a ser tu compañera de por vida? ¿Cuáles eran las probabilidades de cruzarte con esa persona? Era algo que sucedía todos los días. Más y más personas lograban encontrar a esa persona con la que estaban conectados. No era una ley que todas las almas gemelas se iban a enamorar, pero siendo tu alma gemela la persona que mejor te comprende en el mundo, era un vínculo tan íntimo que era difícil no desarrollar un afecto tan profundo. Nanase Haruka y Tachibana Makoto no tenían entre sus prioridades el encontrar a su alma gemela. Tenían asuntos más importantes de los cuales ocuparse en ese momento y por algún tiempo pudieron escapar de su destino, pero encontrarse era definitivamente inevitable.