El destino de Aenar era la grandeza, era hijo de uno de los hombres más poderosos de los Siete Reinos y el descendiente de una de las familias de sangre ándala más pura, pero él no sabía la verdad, la verdad sobre su nacimiento y del por qué de su creación. No sabía nada. Su padre, Jon Arryn nunca se lo contó. Desde que tenía nueve años Aenar fue enviado a Invernalia, bajo el amparo de la casa Stark hasta el momento en el que pudiera volver junto a los suyos y reclamar su legítimo puesto. Era su deber y su destino, pero no fue bien. Ellos nunca le permitirían alcanzar el poder, ellos sabían la verdad. Sabían que si ese niño alzaba la espada hacia la batalla, los Siete Reinos se sumergirían en una guerra. Así de clara era la profecía: "Cuándo las estrellas sangren, en el oriente se alzará un halcón entre espinas, sobre la sombra de cien rostros y el soplo del invierno y cuándo se zanje el asunto, un Arryn volverá a llevar una corona nacida de un mar de sangre y fuego". ----Yo no soy dueño o creador de los personajes de Canción de Hielo y Fuego. El responsable es el genio George R.R.Martin, yo solo tomo prestada la historia y la mayoría de personajes----