Aetérnum

Sus mañanas son tranquilas, levantarse, cambiarse, desayunar con su familia e ir a la escuela.

Esas son sus mañanas más comunes, pero las tardes...

Por las tardes su corazón se acelera y siente como si su pecho fuera a explotar, su rostro se sonroja aunque lo intente disimular, el estomago le cosquillea por la emoción y sus ojos no pueden evitar desviarse.

Y no, no es por el entrenamiento de béisbol.

El chico por el que siente todo eso solo está por las tardes, haciendo que las prácticas sean mas emocionantes.

"La tardes, son mi parte favorita del día y aunque ame el béisbol, no puedo evitar pensar que tal vez solo me guste mas por que puedo verlo a él"

ADVERTENCIA.

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