Norah siente que sus veinte años de existencia han sido un espiral de miseria, pero puede una noche ayudarla a abrir sus ojos y aceptar el hecho que no todos los días tienen que ser el fin del mundo. Su familia es un desastre, ella es un desastre y su vida es un desastre. Gracias a Dios Mike la encontró en el club de lectura nocturno.