Edad media, año 1557, el Príncipe de Inglaterra, Harry Styles, contemplaba desde la ventana de sus aposentos, como esa bella dama que había capturado su vista desde la primera pieza musical de la noche, salía de su castillo con un apuro bastante notorio, quería conocerla un poco más, digamos que una sola canción no sirvió para averiguar mucho, pero ella le había dejado bien en claro sus intenciones en ese castillo.
Por otro lado, el campesino, Louis Tomlinson, corría por las calles de Inglaterra, aun con el vestido puesto, no quería regresar a ese castillo nunca más en su vida, se quitó los tacones con prisa junto a su peluca castaña y los tomo con cuidado con su mano izquierda, mientras que, con la otra mano, sostenía una pequeña vela blanca, que Príncipe en su sano juicio le entregaría a una "dama" una vela en forma de ¿lo que se suponía como un "cortejo"?, muchas preguntas rondaban por su cabeza, pero había algo de lo que estaba seguro, todo esto, no sería el principio de un hermoso cuento de hadas.