-Pero y a ti ¿qué más te da? -Me preocupo por ti.-se acerca más a mi. -No necesito que nadie se preocupe por mi, además tú fuiste quien dijo que todo era un error. -¡Y lo es! Yo no debí besarte, yo sé perfectamente lo que sientes por mi desde hace mucho tiempo. ¿Crees que soy imbécil?- me quedé congelada, ¿desde cuando lo sabe?