-Hijo de puta -digo entre dientes, sudando por el esfuerzo.
-Suelen decirme cosas peores -me responde infectado de que lo haya insultado.
-Solo respondeme a una pregunta -digo entre jadeos, intentando no abalanzarme sobre el -¿Donde está? -susurro, cerrando los puños
-¿Donde está quién? -pregunta confuso. -yo no puedo evitar arrojar mi cuerpo hacia el, inútilmente, ya que las sogas no me permiten llegar mas lejos y solo abre mas las heridas de las muñecas.
-¡¿Donde esta ella, joder?!, ¡¿Donde está?! -grito sin dejar de tirarme hacia él, sin importar el ardor que me recorre ambas muñecas.
-¿La chica que estaba contigo? -me mira dubitativo y por primera vez lo noto nervioso.
-Si, ella misma. ¿¡Donde esta?! -insisto a gritos y en el momento de que desvió la mirada y tragó saliva, supe que la respuesta no me iba a gustar.