Sinopsis:
Tengo veinticuatro años y medio, me casé a los dieciocho con un hombre , guapo, educado, con clase y mucho dinero, en fin él es el sueño de cualquier chica, lo conoci cuando tenía unos doce , él es un año mayorque yo , de hecho cuando iba a la primaria, él estaba en su primer año de secundaria...desde que nos vimos lo supe y el lo supo.
Un día me dijo:
-Sakura tú te vas a casar conmigo.
-Jaja.
Solo pude sonreír como tonta muy nerviosamente, digo osea el tipo era lo más sexy que había visto en mi vida.
Sentía tanta lastima por las chicas que jamás tendrían ni la oportunidad de casarse con un hombre como el mío...pero a los dos años de nuestro matrimonio las cosas cambiaron, él se iba constantemente de viaje, pasaba meses enteros sola en casa, no tenía nada que hacer, como me casé joven, no tomé importancia a estudiar algo o aprender un oficio, no sabía hacer nada, le reclamaba a Sasuke por su abandono, pero él no me contestaba siquiera, no soportaba el ritmo despiadado de su mal humor , era una persona completamente diferente al hombre con el que yo me había casado , ignorada, deprimida empecé a notar lo vacía y superficial que era mi vida y lo peor fue una noche en la que lo esperé hasta tarde y no llegó... Lo decidí, mis padres me enseñaron que ante todo una mujer debe tener dignidad , antes que su sentimentalismo, yo amaba a Sasuke con el alma, pero jamás le permitiría burlarse de mí y atarme a él, mi estado de ánimo no podía seguir dependiendo de su actitud, desde que me casé con él se me acabó la vida, me sentía realmente patética y esa clase de vida definitivamente no podía ser para mí, aún así no hice nada hasta que...
-Vimos a tu esposo con su amante, le compró un auto de agencia hace un rato, es nada más y nada menos que su secretaria Karin...
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.