Diez años. Esos fueron los que duraron los hermanos Morgan en el internado. En esos diez años se volvieron grandes personas, sabios, inteligentes, bromistas y carismáticos. Tiempo después regresaron a su casa con sus padres, quienes felices hicieron una fiesta, con varias sorpresas. La más importantes de todas esas fue que los nueve hermanos estaban comprometidos. Sorprendidos e indignados, los hermanos tomaran el asunto entre sus manos y harán las peores cosas para sacar de sus casillas a sus respectivas parejas.