Despegue mi corazón de sus venas y lo clave a sus ojos.
-¿Qué dice?
-Pues dice que debe de ser así, ya sabes, presentar el novio a la familia para después llevarlo a todas las fiestas familiares. O sea, que ya te vas a juntar y tendrás hijos.
-¿Hijos? -mis labios temblaron- pero, solo tengo dieciocho años.
-Yo digo que a los diecinueve ya estás cargada, te cuidas cuando quieres.
Me dejo helada, tenía razón. Antes de concederme la dicha de pronunciar un fonema, me replicó.
-Sigues clavada con Juan. Que pena.
-Pero de él ya hace 5 años que no sé.
-¿Y el de ahorita? Te recuerdo que piensas que es Juan. Entregaste lo más preciado que tienes a un bueno para nada, que no fue Juan, te recuerdo.
-Soy más que mi virginidad.
-¿Segura? Mamá siempre dice que la virginidad es lo único que quieren los hombres, que si ya la perdiste para nada serio te van a querer.
-Mamá tiene problemas.
-Papá y mamá son unos pendejos.
-No les digas así, siempre dan lo mejor para que nosotras estemos bien.
-¿Y en qué han ayudado? Ni siquiera se dieron cuenta cuando comías una manzana al día, si no fuese por mi, quién sabe que hubiese sido de ti.
-Eso fue hace cuatro años, las cosas evolucionaron, sigue junta la familia. Deja de ser tan negativa.
-Soy realista.
-Es lo mismo.
Incómoda, le di la espalda y me tape con lo que quedaba de la cobija verde en la cama individual, donde habían dos.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?