En el momento que empezó a deja de sentir el dolor las lágrimas de sangre que brotaban de sus ojos se fueron secando. De poco a poco, sus ojos tornándose de un negro profundo y sus alas más pesadas y oscuras. Pesadas por el gran peso de sus pecados; oscuras como su alma. Había acabado con el último hilo que lo unía con la Luz y había logrado sobrevivir. Ahora tenía el poder. El Oscuro poder.All Rights Reserved