Katia tiene la mala costumbre de no luchar por lo que desea, principalmente porque no tiene claridad sobre qué es lo que quiere. Pero después de probar esa sensación de victoria que le produce el conseguir por lo que ha luchado, ansia más, así que dejando atrás el conformismo que la había acompañado gran parte de su vida comienza a luchar por lo que realmente desea, entre esas cosas se encuentra, Gael, su sexy compañero de trabajo. No está enamorada de él ni nada complicado, simplemente lo desea. Tristemente para ella y más temprano que tarde se da cuenta de que está siendo muy caprichosa y que no se puede tener todo lo que se quiere, porque a él le van las morenas y ella lo es tanto como Marilyn Monroe.