Porque encontrarte fue como una serendipia, un descubrimiento que fue mi verdadera, pero hermosa perdición. Siendo el hombre más afortunado, cautivado por tu sonrisa y calidez, llevándose toda mi atención, mis pensamientos y sonrisas. Una tarde como cualquier otra, un libro viejo, un café y ese lunar debajo de su ojo. Su espléndida sonrisa, y aquella voz que volvería loco hasta al más cuerdo. Si pudiera describir lo que provocaste esa tarde en mí, diría que fue un sin fin de sentimientos... Nunca fui fanático del olor a manzanilla, miel y hierbas. Nunca pensé en aquella rara pero deliciosa mezcla de aromas. Pero gracias a esa tarde, me volví fanático de ese aroma. Tú aroma. ● No se aceptan copias ni adaptaciones. ● Mención de otros Shippeos.