En un mundo regido por vampiros, Ashara es obligada a elegir entre dos hombres. Harry y Rafael.
Harry, aquel que la capturó y decidió cuidar de ella por siempre, es aquel que Ashara podría admitir amaba con intensidad; sin embargo, al ser su hermano obligado a pertener al actual líder de los vampiros y a su cruel novia, Ashara le da a escoger: seguirla y aventurarse con ella en la fortaleza del más malvado y despiadado vampiro, o quedarse y dejarla seguir por su camino.
Rafael por otro lado, no tenía idea de la existencia de Ashara ni mucho menos que el niño que ahora llamaba hijo fuera el hermano menor de aquella. Ignorante, decide dejar entrar a su casa a la femenina, con la intención de convertirla en una más de sus bolsas de sangre, sin saber que sería esa misma chica quien lo haría cuestionar a quien amaba verdaderamente o incluso, quien era el mismo.
Quien diría que el amor de una mujer humana, haría cambiar por completo el corazón de dos frívolos y muertos vampiros.