La filosofía de Lucas era simple; sin música no hay vida y sin audífonos no existe felicidad. Nadie a sus dieciséis años de vida había logrado que dejara la música de lado, excepto un mensaje misterioso a mediados de la clase de matemáticas. Desde entonces su nuevo objetivo es encontrar al autor de esas palabras, aunque se empeñe en pensar que entre ellos siempre habrá un imposible. Hermosa portada realizada por: JessicaObregon1