Todo comenzó una tarde, cuando Simba fue llamado a la cueva por Rafiki. - ¿Que fue lo que paso? - pregunto el rey, ambos simios solo pudieron señalar la pared de la cueva con horror. ¡Dos de las pinturas mas antiguas que existen habían sido destrozadas! Había un zarpazo sobre cada una, aun se podían ver los dibujos pero el daño era bastante notorio. Ninguno de ellos lo sabia pero, no muy lejos de las Praderas, estaba el responsable; yendo de vuelta a su hogar con algunas hierbas curativas que había tomado "prestadas" de Rafiki para su abuelo enfermo.