Podría describir a Aiden con muchos adjetivos: caliente, peligroso, atractivo, arrogante, sexy, ¿ya dije caliente?
Su mirada podría compararse con el mar, sus ojos son tan azules como el agua y emanan tanto frío como el hielo. Sin embargo, todo ese frío se convierte en fuego cuando sus labios dibujan una sonrisa ladeada que deja sin aire a cualquier persona.
Aiden Clark podría haber fijado su objetivo en cualquiera persona de Stick-Grill, no obstante, sus ojos se posaron en mí mientras corría por los pasillos del único instituto que hay en el pueblo porque llegaba tarde a la clase de Matemáticas.
Y maldita sea, ¿por qué no pude levantarme más temprano aquel 12 de Octubre?
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...