No sé con qué clase de mujeres has tratado en tu vida de niño mimado, pero yo no soy ninguna de ellas. -¿Me puedes explicar que eres exactamente?-me pregunta este mirándome fijamente mientras se apoya en la pared. -Soy una escort-digo con tranquilidad devolviéndole la mirada. -Una puta-dice este. Frunzo el ceño mirándolo y digo áspera. -No, soy una escort, que es distinto. -¿Cuál es la diferencia?-me pregunta levantando una ceja. -Una escort es una acompañante remunerada, es decir una a la que un cliente paga por acudir con el a reuniones, fiestas, salidas o a otra ciudad. Y la contratación puede incluir o no sexo. El asiente y dice acercándose un poco más a mí, haciendo que levante la vista hacia sus ojos, que ahora que me fijo son muy bonitos. -Una vez todo aclarado, paso por ti a las nueve. Ponte guapa. Él se va de la habitación de hotel, y me quedo mirando a la puerta, pensando de que he aceptado ser escort de uno de los empresarios más importantes de toda Alemania.All Rights Reserved
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