Londres, 1810
Alexander Bramwell, marqués de Walton, favorito de la alta sociedad inglesa está a punto de casarseà hasta que se tropieza con Haley Becket.
Haley no es como las demás en serio, porque viene del año 2019. Y este lugar con corsés incómodos, guantes con encaje y normas de conducta estúpidas no le va para nada. ¡Que aquí no hay ni discos ni móvil!
Pero, sin Internet y sin opciones, se verá obligada a adentrarse en la nobleza londinense en busca de un camino de vuelta a su tiempo.
Se topará con varios obstáculos, el mayor de ellos, el engreído marqués, odioso y prepotente, que no deja de mirarla intensamente con sus brillantes ojos verdes. Es un incordio, en serio y atractivo pero sobre todo un incordio.
Romance, intriga y mucha tensiónà a través del tiempo.
No se puede jugar con el tiempo. Aunque puedas hacerlo y esté en tu poder.
Con un reloj marcando la cuenta atrás de su eternidad, Ares, dios de la guerra, debe cerrar las brechas temporales creadas por el elixir Aión que ha usado para viajar a través de los siglos. Y no tiene mucho tiempo. Cuenta con dos años para cerrar todas las brechas o perderá su divinidad para siempre.
Solo hay un problema: las brechas temporales son invisibles. Y pese a tener en su poder la medida de eternidad que puede cerrarlas, le resulta imposible hacerlo.
O eso creía.
Frustrado ante la certeza de no poder hacer nada para cumplir con su misión a contrarreloj, Ares se encuentra de cara con la solución a sus problemas. Una hermosa mujer de dorados cabellos y ojos claros que lo miran con desafío. Y es que, al parecer, la joven humana es capaz de ver esas brechas que creía invisibles.
Después de ser traicionado por quien creía que era su aliada, Ares decide tenderle una trampa a la joven para que lo ayude. Engañar a una simple humana parece una idea sencilla. Una idea que se convertirá en todo un reto cuando descubra quien es ella en realidad. Viéndose incapaz de luchar contra el tiempo y sus propios sentimientos.
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Tercera parte de la saga "Hera".