-¡Grecia! La antes mencionada dio un giro sobre sus talones para ver quien la llama. Vaya que sorprendió al saber quién era. -¿Sucede algo Edward?.- pregunto desinteresada. -No, yo solo...solo quería saber si aún somos amigos.- hablo esperanzado aquel castaño con destellos rubios. -¿En serio crees que quiero ser tu "amiga" después de todo lo que hiciste?.- dijo con coraje la oji-verde. -Lo siento, enserio ¿podríamos ser amigos?.- pregunto Edward. - No lo creo.- dicho esto Grecia se retiró, o al menos eso intento. -Prometiste que jamás dejaríamos de ser amigos.-hablo el chico con un nudo en la garganta. -Y tú prometiste que jamás me harías quedar como una puta de mierda ¿y adivina que? Lo hiciste, así que ahora olvida todo lo que fuimos y lo que vivimos. -¡Eres una cobarde!.-gritó furioso. - Por si no recuerdas, fuiste tú quien dijo que quería olvidarse de mi existencia. Ahora creo que deberías seguir tus "sabias palabras".-hablo haciendo comillas. -No lo haré.- dijo el chico con lágrimas recorriendo sus mejillas. -Lastima, yo si.- ella sonrió con arrogancia antes de retomar su camino. En ese momento Edward se dio cuenta de lo idiota que fue lamentable lo hizo demasiado tarde. _________________________ El sentimiento después del amor. La verdad que no muchos son capaces de contar.