Siempre pensé que mi vida era una de esas fomes y monótonas, tenía todo visto, iba a estudiar ingeniería civil en la universidad que me alcance el puntaje, luego me iba a casar con un marino, porque son lo más mijito rico que hay, íbamos a tener chorrocientos hijos, bueno, quizás solo tres y luego nos íbamos a divorciar porque él se daría cuenta que habían minas más ricas que yo y luego me iba a quedar en un departamento chiquitito de por el centro de Santiago con quien sabe cuánto perro, si, perros, no gatos, porque para mí mala cuea salí alérgica a los gatitos. Todo iba como avión, hasta que conocí (al que creo) al amor de mi vidaAll Rights Reserved
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