El año que nos volvimos todos un poco locos, más que la historia de un grupo de amigos, nos habla del mundo personal de cada uno de ellos construido a través de monólogos internos, haciéndonos partícipes de las más intimas contradicciones e inseguridades que los persiguen cuando el entorno les exige ser adultos y la infancia pareciera ser un lugar difícil de abandonar. En este título, el escritor, psiquiatra y dramaturgo Marco Antonio de la Parra despliega con destreza un estilo narrativo que -además de retratar fielmente los temores que adolecen quienes están en el umbral de la adultez-, lo sitúa como una de las grandes plumas de literatura juvenil chilena.