En el basto mundo del miedo y del poder absoluto, nacer siendo diferente es un pecado que se puede pagar muy caro, quizás con dinero, quizás con tierras, quizás con sangre o algo más. Leah lo habían notado, desde su sed de sangre hasta la forma de sus dientes, sus poderes y la manera en la que su madre nunca la dejó salir de la barrera de su padre, sin embargo, un día frío y tempestuoso, el oscurantismo de su vida había iniciado, ya no había nadie que la cubriera del amargo yugo de la diferencia.All Rights Reserved
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