¿Qué harías si despiertas un día en tu cama junto a la persona que amas, que es tu razón de ser y de pronto te das cuenta que esta helada, que su pecho no baja ni sube porque no respira, tratas de despertarla y te das cuenta que se ha ido para siempre? Hubo un tiempo en el que Kalet solía sonreír. Pero algo cambio dentro cuando ella se fue. Se volvió un hombre frio, serio, inseguro e intolerante. ¿Podría alguien derretir tan dañado corazón? Tal vez si la hay, tal vez y solo tal vez alguien pueda volver a hacer que el corazón roto de aquel hombre vuelva a latir, a sentir y a creer que todos merecen felicidad en su vida.