Todo comenzó cuando Margaret se acercó hacia aquel enorme bosque cerca del lago prohibido por el gobierno, por sus padres, y por sus vecinos, pero Margaret nunca obtuvo la respuesta de porqué no podía entrar a él. Sin embargo, nadie detendría a la curiosa Margaret al ser enorme la duda, y es por eso que decidió escapar de casa para demostrarle a todos, pero sobre todo a ella misma que no había peligro, más no sabía que tal vez los rumores acerca del bosque serían más que ciertos si no fuera por aquel peligroso "chico del bosque" cuyo nombre desconocía, el cual le mostró que a veces la valentía no era su mejor recurso.