Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que "DETRÁS DEL DISFRAZ DE LA FURIA, EN REALIDAD... ESTÁ ESCONDIDA LA TRISTEZA". Te sugiero respeta y honra cada uno de tus sentimientos y llama a cada uno por su nombre sin temor.Todos los derechos reservados