Podría describir mis escritos con una fascinación constante por el presente y por la violencia de no saber que no sucederá al siguiente segundo. Una fascinación y a la vez rechazo por todo aquello efímero. Me describo como una persona nefelibata, etérea, resiliente, en una constante luminiscencia con un deleite por aquello que es inefable y melifluo en busca de amarse a si misma para alcanzar la divina epifanía. Anhelante de una limerencia sempiterna y amante de la serendipia.