Estúpidas riquezas. Mis pensamientos de querer huir de él todavía rondaban en mi cabeza. Maldita la hora, en que yo me metí en aquel pasillo y lo miré a la cara. Fui ingenua creyendo que una persona así podía estar enamorada de mi, pero podía estar equivocada. Ser una borde no me impedía enamorarme, y caí en la trampa una vez más, pero esta vez, mucho más profundo. Ya ni si quiera Luke podía ayudarme, no podía decirle nada a nadie, era un secreto que él y yo debíamos tener y no proclamar. Pero, sinceramente, no creí que iba a debilitarme por una persona así o bajar mi listón una vez más, ni mucho menos cambiar por él. O eso creía yo, antes de enamorarme.
Pero vale, no todo es Malo.
Portada hecha por @kidlalagus