Él lo sentia así, desde hacía tiempo nada era igual. Pero ¿cuántas veces puede un alma romperse? ¿Acaso sería capaz de resurgir como un fénix? Sabía que lo dañaba, sabía que era su culpa el reflejo de tanto dolor. Pero, él nunca lo admitiría, porque para Jungkook, Jimin era su perfección y la perfección nunca es mala, es simplemente "perfecta" veía luz cegado por tanto amor donde lo único que había era oscuridad, Jungkook era un ángel puro. Jimin era el mismisimo infierno, un infierno que estaba consumiendo cada centimetro de la vida de el ángel, lo peor era que se amaban tanto como podían hacerlo.
¿El problema? Nunca podría haber un final feliz entre ellos, simplemente no estaban destinados a estar juntos aunque fueran el uno para el otro, todo giraba en torno a una elección que Jimin simplemente no podia hacer y Jungkook sencillamente hubiera dado la vida por el rubio si él así lo hubiera querido; aunque amar es sufrir ¿no? Eso creían ambos hasta que terminaron viviendo en un limbo, un vaivén del cuál no estaban dispuestos a salir, compararlo con un laberinto sería inadecuado pues era más un factor cíclico, siempre terminaban en el mismo punto.
Ellos no decidieron enamorarse, el destino los tenía deparados el uno al otro, aparentemente su destino, ese, no era más que destruirse mutuamente. Eran tropas enemigas en medio de una batalla campal en donde la felicidad de uno era el punto de quiebre del otro.
¿Podrán acaso luchar contra lo que quiere el egoista destino? ¿Será su amor mas fuerte que el dolor? El amor todo lo puede, ¿O no?
[Paso mucho tiempo dormida........desde el corazón humano....ella estaba....siempre dormida pero no sorda....los podía oír....sus risa...gritos...llantos.... los escuchaba...]
(Esta historia la hice después de verme un ntr...y me quedé con mal sabor de boca así que hice esto para poder estar tranquilo)