Dicen que el destino a veces le gusta jugar con las personas, dándoles caminos bastante peculiares. Naruto Namikaze fue uno de ellos, pero su historia no fue una sobre un chico de la profecía. El destino fue curioso con Naruto, pues la unión de ciertos linajes, sin quererlo, lo llevarían a ser un ninja de leyenda.