Los padres de April son asesinados en una fría noche de diciembre. Desde ese funesto día, ella se siente vigilada por unas sombras que la acompañan en su oscuro camino. O al menos así les denomina ella. Al quedarse huérfana, se ve en la obligación de irse a vivir con su tía; la cual no la soporta por su temperamento fuerte y su forma de ser, por lo que decide enviarla al internado Rebeldía, un centro para adolescentes con comportamientos similares a los de ella. Allí, April se encuentra con algo completamente distinto a lo que esperaba. Sus compañeros parecen ser seres normales, sin vicios ni problemas, pero eso es hasta que comienza a ver más a fondo las personalidades de quienes le rodean, descubriendo sus verdaderas identidades. En el internado también conoce a muchos chicos que se ven interesados en ella, pero ninguno de ellos despierta su interés, solamente Elián; un chico serio y arrogante e insoportable para April por el simple hecho de que la ignora y trata de evadirla siempre que puede. Las nuevas personas de su entorno pueden estar más conectadas a April de lo que ella piensa, y también a su pasado, por lo que deberá ser precavida y saber tomar las medidas adecuadas antes de que sea demasiado tarde.