Las voces en su mente siempre volvían en las noches de luna roja, le fastidiaban, hacían doler su cabeza sin parar. Él lloraba en noches de luna roja y los recuerdos de otra persona que no era él le agobiaban al punto de destrozar su alma, destrozar su propio ser. Y entonces, en las noches de luna roja se consolaba en él, se refugiaba en sus brazos y hacía lo posible por no ceder, por liberarse, por volver a ser puro. Aún si sabía que era imposible. © Los personajes no me pertenecen, su respectivo autor es Kohei Horikoshi, lo único que podría adjudicarme son las ideas AU que se me ocurren de vez en cuando.