
Siempre había pensado que las palabras que escribía iban dedicadas a aquel chico que me gustaba y pasaba de mí. Pero dejó de gustarme y las palabras siguieron floreciendo, y me paré a pensar. Aquellas palabras desesperadas nunca fueron dirigidas a nadie más que a mí. Aquellas palabras de odio no iban dirigidas a nadie más que a mí. Aquellas palabras tristes no fueron dirigidas a nadie más que a mí. Aquellas palabras desalentadoras no iban dirigidas a nadie más que a mí. Y comprendí que mi primer amor -mi primer desamor- fui yo. Y lo sigo siendo.All Rights Reserved