A mi corta edad de 10 años entendí que mi vida no seria ese cuento de adas que mi madre me contaba antes de dormir. Esa tarde regresando del colegio mi vida cambio de una forma en la que no lo esperaba, a unos metros de llegar a mi hogar en compañía de mi mejor amigo fuimos arrastrados al interior de una camioneta para despertar en una habitación desconocida de la que no salimos en meses en los que sobreviviamos con poca agua y casi nada de comida, llegando él punto en que parecíamos solo un par de sacos de huesos. Lo más frustrante fue el día que finalmente nos rescataron, con las pocas energías que mi pequeño cuerpo conservaba me incorpore en el viejo catre dejando correr lágrimas de alegría, de inmediato me gire para sacudir a Jimin esperando despertarlo... nunca despertó. Los años pasaron y me aisle de todo, no tenía nada mas que la funeraria de mi familia y el enorme deseo de ver a Jimin una vez más, oir su risa, escuchar su tierna voz... Creo que lo desee con tanta fuerza que no medí el como el destino respondería a mis tortuosos deseos de verlo una última vez...All Rights Reserved
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