A mi querido amigo, fiel y leal, quien me hacía compañía cada noche y me esperaba pacientemente, sin tomar en cuenta las horas. Quien con un meneo de cabeza y agitando su cola calmaba mis penas, como olvidar su amor incondicional, su mirada intensa e inocente que poco a poco iba cogiendo partes de mi alma.All Rights Reserved
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