Flores.

Salgo de hacer una entrevista, una de las peores entrevistas que he hecho en mi vida. Faltaban, en ese entonces, dos semanas, aproximadamente, para que sean las elecciones municipales en Lima y yo entrevistaba a uno de los candidatos. Me había leído su Plan de Gobierno y estaba lista para hacer las preguntas que tenía que hacer. Una amiga me acompañó para apoyarme con la cámara.

Play. Corre el video. Lo presento. Hago la primera pregunta y él hace el jaque. Estaba negando parte de lo que yo había leído en su Plan de Gobierno y yo simplemente me congelé. No tenía las hojas impresas a la mano -grave error- No podía confrontarlo porque no tenía las pruebas. Me puse nerviosa, pero pasé a la siguiente pregunta. Finalmente se terminó. Los minutos más largos de mi vida. Mi amiga y yo guardamos todo y nos fuimos.

Caminando le decía "la cagué". Debí enfrentarlo de todos modos. Debí ser valiente y defender mi trabajo de investigación. Todo el camino hasta la universidad estuve torturándome y torturándola con eso. Antes de llegar vi, en una parcela de tierra, un grupo de flores de diferentes colores y dejé de pensar en la horrible entrevista. Siempre me han gustado las flores. Son hermosas y no tienen que lidiar con los tormentos que uno tiene ni con demonios personales porque no los tienen, hasta donde sé. No creo que los tengan. ¿Cuál es su propósito en la vida? Yo pienso que, además de darle vida a nuestras vidas hacen que por un instante nos detengamos y dejemos de pensar en todo lo que da vueltas en nuestra cabeza.

Me gusta la carrera que elegí. Realmente me siento segura. No obstante, me cuesta lidiar con mis errores, con los desaciertos y con las críticas. Soy estudiante. Estoy formándome para ser periodista. Todavía no lo soy y eso lo tengo que tener claro. En esta etapa puedo equivocarme todo lo que quiera. Puedo caer y levantarme mil veces cien.