Los romances normalmente empiezan con algún encuentro fortuito, azares del destino, una bonita amistad. En esta ocasión empezó sin más, ninguna se dio cuenta hasta qur fue muy tarde, hasta que ninguna de las dos podía evitar buscarse de manera furtiva. -Gracias. ¿Sabes? De verdad agradezco que me hayas encontrado... al menos se escucho unas de mis plegarias. -¿De que hablas? - sin poder evitarlo un leve sonrojo se acomodo en las mejillas de la England. -Le pedí a la luna que vinieras a por mi. . . . . . -¿Sabes...? La persona que me enamoro lo hizo sin pensar solo ocurrió. Todas las mañanas me encontraba a mi misma observándola, al principio era porque la detestaba, siempre creyéndose la mejor de todos (...) Me enamore de ti.All Rights Reserved