En algún momento ellos fueron mi vida, el amor por ellos me encegueció al punto de ignorar cuan diferentes éramos y cuan imposible era lo que yo anhelaba de ellos, pero aun así, sin importar consecuencias estaba a su lado y podría estarlo. Pensé que mi amor era incondicional, pero no era así, ese amor tenia condiciones, la más fuerte de todas las posibles, exigía correspondencia.
Muchos factores confluyeron para que decidiera quedarme en medio de ellos, pero el que tenía más peso era aquella tendencia a la soledad y sobre todo esa maldita depresión que me desolaba por periodos cada vez más prolongados y que a veces solo ellos lograban calmar.
Ellos fueron un pilar en mi vida y yo tal vez una piedra en sus zapatos, porque yo ignoraba las dimensiones de sus sentimientos por mí, pero a raíz de las diferencias de nuestros sentimientos mutuos nos separamos, más por mí que por ellos.
Hoy mi vida tiene otro rumbo, lejos de ellos, alguien está a mi lado y he construido no solo una relación sino también un hogar, y lo que menos esperaba era que ellos regresaran a mi vida, después de tanto tiempo.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.