Despertar y no recordar nada solo fue el primer reto. Saber que es solo una herramienta de un mundo más antiguo de lo que se puede comprender fue el segundo. Triunfar será el tercero. Martina es solo una más de los diez desgraciados que comenzaron su vida en ese sótano escondido, sin embargo, tiene claro que piensa vivir, que piensa resolver el misterio que se esconde y verá lo que hay más allá de la frialdad de esa mirada plateada. Noel tiene claro que lleva viviendo demasiado tiempo, que ha visto demasiada crueldad y que este será seguramente su último encargo si no quiere perder la cordura. Sin embargo, unos ojos amarillos como los de un gato lo miraron con decisión y supo que tenía que ser testigo de lo que el mundo le esperaba. Vigilándose mutuamente, un pasado secreto los une a los dos sin saber que es el futuro lo que los encadenará para siempre.