Steve es dueño de una empresa de Marketing. Gran parte de su vida ha girado entorno a su trabajo, incapaz de ver otra cosa que no se trate de la empresa. Sin embargo, cuando se presenta a su vida aquel niño alegre y feliz cantando en el show de la gala de beneficencia, algo se mueve en su corazón y aquel deseo que había enterrado vuelve a escalar con mayor fuerza. Un hijo. Tener un hijo. Cuando toma la decisión de adoptarlo, los obstáculos surgen. Cumple todos los requisitos, menos uno: estar casado. Y es algo que él rechaza rotundamente, no quiere una relación. Pero tendrá fingir un matrimonio consumado si quiere ser padre de ese niño.