Durmiendo entre flores

¿Ojeras? ¿Estrés? ¿Cansancio? ¿Nula vida social?
Emma ya cumple con todos esos requisitos una vez que cursó sus primeros años como estudiante universitaria. Y, aunque sus materias optativas fueron bastante fáciles, todo cambió a partir del segundo semestre en el colegio.

Ahora no solo se enfrenta a las primeras decisiones que tiene que tomar como una joven adulta al elegir qué especialidad tomará, sino que, además, también debe equilibrar sus problemas familiares, la falta de dinero, y el miedo de que todos sus esfuerzos se vayan por el caño. No es conocida por ser la chica más popular ni amigable de la facultad, pero suele compaginar su pobre vida en el campus junto con los momentos que pasa con su grupo de amigos.

Un día, mientras acomoda los libros que pidió prestados en la biblioteca, presencia lo que bien podría haberse calificado como una escena de película pornográfica. A partir de entonces, no volverá a ver con los mismos ojos a uno de sus mejores amigos; porque para ella supone una gran decepción el darse cuenta de que Jamie, a quien creía conocer como a la palma de su mano, usa ciertos de sus atributos para obtener dinero a cambio

Y, si a eso le sumamos el que no está arrepentido en lo absoluto, la incómoda aversión que de pronto siente, será el menor de sus problemas cuando se entere de que a él lo han diagnosticado con una enfermedad mortal e incurable.

***
Este es un relato súper cliché. Participante del concurso SLR.
No hay días específicos de actualización.