Alfas, omegas o betas. Que más daba, seguían siendo humanos, unos más allegados a sus raíces animales. Pero nada que no pudiera disfrutar un buen observador. Izaya desde siempre a ocultado lo que era. Teniendo la extraña habilidad de ocultar su olor, para todos, excepto para una persona. Un omega disfrazado de beta. Por mala suerte el sobre medicarse suele pasar la cuenta. El jugar con otros también. Ya le habían advertido que meter más piezas al tablero podría ser peligroso. Y más cuando jugaba con nuevas reglas. ¿Por cuánto tiempo podría mantener sus secretos? ¿Qué otros tanto ocultaba? ¿Su odiado monstruo también ocultaba cosas? ¿El amor que este tenía por Vorona era tan real? Las piezas empezarían a moverse antes de que pudiera darse cuenta. El tiempo tampoco espera a nadie...
7 parts