Calum es simplemente perfecto. Todo lo que hace es con completa delicadeza, firmeza y elegancia. Camina de puntillas, nunca se encorva. Practica ballet desde los seis años y su vida es completamente disciplinada. Tanto como en los horarios para hacer cualquier cosa como en su dieta. Gracias a eso (que no hay que quitarle crédito, pues ama la danza) se priva de demasiadas cosas, pero lo aceptó. En su último año de escuela, con diecisiete años, está preparándose arduamente para le que, podría ser, una de las presentaciones más importantes de su vida. Entre toda la presión de estar en último año y poseer mucho menos tiempo con sus ensayos constantes, conoce a Ashton, quien promete cambiar su vida completamente y de forma radical. Y vaya que sí lo logra.