"Las historias, historias son y en el papel deben quedar." Repetían y repetían hasta la saciedad para calar en mi delirante mente y grabarme a fuego que la realidad no era lo que yo veía. Pero qué pasa cuando ella vuelve, cuando ella me mira de esa forma en la que la batalla interna entre imaginación y realidad se vuelve difusa y solo me quiero dejar llevar. Qué pasa si mi realidad no tiene un principio y un final. Qué pasa si el papel bajo mis manos no es frontera si no una puerta lejos de su realidad. Una puerta hacia la imaginación, donde mi batalla deja de ser sólo mía.