La decisión de un nuevo comienzo en la gran Buenos Aires desata el reencuentro de dos amigos de la infancia.
La ultima vez que se vieron juntos fue en el año 2003, cuando compartieron aquel verano, donde jugaban a las escondidas, se regalaban flores silvestres y se daban inocentemente la mano.
Ese enero compartieron cumpleaños, él comenzaba sus 6 años y ella, apenas sus 4 años de edad.
Ese mismo año, en el mes de junio los padres de __(tn) decidieron emprender viaje hacia la ciudad de Buenos Aires y comenzar allí de cero, negocios de su padre hicieron que esta mudanza desarme la amistad que __(tn) había formado con Pedro. El tiempo pasó y 16 años después aún siguen sin saber uno del otro.
Aunque, su padre, a pesar de la distancia, sigue en contacto con su amigo de toda la vida, el padre de Pedro. Sus familias no volvieron a reunirse y no volvieron a compartir veranos, mucho menos cumpleaños y desde entonces ya ninguno ha recibido flores silvestres de regalo.
La vida les da una nueva oportunidad, el reencontrarse y conocerse una vez más, compartir un nuevo verano y forjar una amistad de cero, aunque, ¿querrá el destino que su reencuentro se realice en sólo una amistad?
Se mirarán de nuevo, encontrarán una mirada diferente aunque quizás con el mismo brillo con el que se observaban en su infancia, o quizás no. Quizás ni siquiera recuerden sus andanzas infantiles y sean tan sólo unos desconocidos a quienes les costará conocerse y quizás, nunca lo hagan.
Ambos, con una ruptura dolorosa encima y con un año revelador a cuestas, ambos finalizando su 2018, año que los condujo en nuevas experiencias y que a ambos les ha dado una mirada diferente en el amor, se niegan a los sentimientos, pero en lo profundo de su ser, buscan exactamente lo que tiene el otro, aunque inconscientemente.
¿Lograrán llenar su vacío mutuamente?
Quizás, ni siquiera sientan la chispa y al fin y al cabo, nada resulte.
En el verano de 2000; a mis 10 años, mis padres decidieron enviarme a una colonia de vacaciones, yo la odiaba, solo quería mi consola y mis juegos. Sin embargo, fue allí en donde lo conocí.
Elías era un niño carismático, incondicional, el mejor amigo que me supe ganar y así sería siempre.
No obstante, toda ilusión desaparece... cuando otro aparece.
Cuando Ignacio intentó unirse a nosotros, los celos me corroían, no quería que Elías me dejara por él, ese pesado era mi enemigo.
O eso pensé... Hasta que, más veranos, me demostraron lo contrario y, otra vez, fui feliz con ellos.
Hoy en el 2008 y a los 18 años, me arrepiento de muchas cosas, ¿la principal?, no tenerlos en mi vida por mi causa. Nadie los ha suplido y, aunque aprendí a sobrellevar el dolor y la culpa en mi conciencia, todo es relativo, soy como una bomba de tiempo o una mina abandonada, la cual puede detonar en cualquier momento.
Pero, siempre que algo malo pueda suceder, sucederá...
Lo supe cuando él llegó a principios del curso, trayéndome confusión y activando la cuenta regresiva.
🔵Historia original creada en Febrero 2020
🔴Prohibida su reproducción, copia o adaptación (derechos protegidos)
🔴imágenes y soportes audio-visuales tomados de internet.
🔵Recomendada para mayores de 16 años.
🔵Puede contener (lenguaje ofensivo, situaciones personales dolorosas.) temática L(G)BT