Dos personas. Dos vidas totalmente distintas. Ella huía de su pasado, de sus cicatrices, de sus recuerdos. El huía de su vocación, de su creencia, de su propósito. Ambos marcados por distintas tragedias, ¿Serán capaces de ayudarse mutuamente a sanar sus heridas? ¿Podrá él volver a creer? ¿Podrá ella encontrarle sentido a la vida? Ambos tendrán que darse cuenta tarde o temprano que; Dios no solo une personas, Dios une propósitos.