Luego de más de tres años de búsqueda, Katherine al fin ha encontrado al padre de su hija, un hombre con quien solo estuvo una noche y del cual ni siquiera sabía el apellido. Aunque siempre supo que no le hubiera sido difícil enamorarse de él. Lo que se no espera es que antes de siquiera poder contactar al padre de su hija, ambos se encuentren de casualidad y sin ella presente. Alexander nunca se había negado al concepto de ser papá, pero sí al hecho de ser uno ausente, por lo que siente que el suelo se abre debajo de sus pies al enterarse de que es, en efecto, un padre que le ha faltado casi cinco años a su hija. Sin embargo, la peor parte es enterarse de quién es la madre: Katherine, la chica de ojos azules con la que se acostó una vez en la vida y siempre se arrepintió de no haberle dado su número telefónico. A pesar de la atracción y los recuerdos de una sola noche del pasado, Kate y Alex deberán dejar sus diferencias de lado y ponerse de acuerdo en cómo criar a Emily. ¿Podrá Katherine superar el hecho de que ahora su hija no es de ella sola y que debe compartirla con alguien que apenas conoce? ¿Podrá Alexander dejar de ser cegado por el rencor y perdonar a la madre de su hija?